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miércoles, 17 de febrero de 2010

CUANDO EL SILENCIO SE HACE OIR...

Cuando era joven, hace muchos años, tenia la sana costumbre de viajar saliendo de la ciudad e internarme en el campo. Andaba muchos kilómetros tan sólo para poder dejar atrás el mundanal ruido. Tendido de espaldas miraba el cielo cubierto de estrellas, en verdad cubierto porqué sin duda podía ver muchísimas más de las que podía ver en una noche en la ciudad. Las luces artificiales tiene la propiedad de ocultar las estrellas, por decirlo de alguna manera, que el cielo nos puede mostrar Y entonces , tendido así, paradójicamente podía oír al silencio. Era una sensación extraña y placentera. Me sentía entonces como lo que en verdad era: una parte de ese magnifico universo que se mostraba a mis ojos. No había bocinas, ni motores, timbres de teléfonos, golpes de puertas, ruido de teclados, zumbidos de máquinas, ni voces, ni risas ni gritos…solo silencio. Pero lo más difícil comenzaba recién entonces y era lograr el silencio interior, tenía tan embotada la cabeza de tanto ruido que me costaba esfuerzo ir limpiándola de esa polución sonora.

Recién entonces sin prisas, ni horarios, ni obligaciones, sin nada que esperar comenzaba a viajar hacia mi propio yo. Es impresionante como podemos pensar claramente en el silencio y lo más importante no estamos obligados a actuar, aparentar, excusarnos, correr, mentir y muchas cosas más porque sencillamente estamos solos. Una soledad saludable, buscada y necesaria. En silencio me encuentro a mi mismo tal cual soy con todos mis defectos, limitaciones, autoengaños pero también encuentro mis virtudes, mis capacidades, mis fortalezas, mis ganas de cambiar.
Es entonces que descubro una nueva visión mas clara de todos los problemas que me aquejan y puedo ver soluciones a las que había estado ciego. Y los buenos momentos al recordarlos son mucho mas buenos. Estamos tan acostumbrados al ruido que guardar silencio en casi todos los casos lo consideramos malo. Si me quedo callado es porque me ofendí, porqué no entendí, ó cualquier otra cosa negativa, nadie piensa que me quedo callado porqué estoy disfrutando lo que oigo ó sencillamente no tengo nada nuevo que decir ó aportar.
En este mundo donde pareciera que quien no grita no es oído, ó sea la ley del que grita más fuerte, estamos logrando quedar más sordos que los sordos, pues éstos en su carencia pueden aprender a leer los labios y entender, nuestra sordera es voluntaria y con ella llega la ceguera y pueden estar seguros que es un mal irreversible.
Alguien dijo una vez que el silencio era más elocuente que las palabras y creo que tenía razón. Basta con mirar a los ojos aun niño pordiosero para poder escucharlo, basta con mirar a los ojos a la persona amada para escucharla. El mundanal ruido es un arma peligrosa, nos permite evadirnos de nosotros mismos al hacernos sordos, nos permite nos ver la realidad al volvernos ciegos pero no nos permite escapar de la realidad que tarde ó temprano nos alcanza.
Todos en mayor ó menor medida somos como los avestruces quienes creen que escondiendo la cabeza evaden el peligro. Nosotros también escondemos la cabeza, nuestra mente pero quedamos expuestos. Todos debemos en algún momento enfrentar nuestra propia cobardía y vencerla. Debemos prepararnos para ésta lucha larga, dolorosa y tediosa, pero sólo en el silencio podremos velar nuestras armas para entrar con posibilidades de vencer al combate.

El silencio significa:
La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad.
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle su aroma y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.
La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.
No solo el silencio de afuera es necesario, pero también el silencio interior.
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir. Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.
Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz.
El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille.
El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón.
Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido a la ira, al orgullo etc.. esto es lo que significa la falta de silencio.
Todas las preguntas están listas para ser respondidas, sin importar que profundas sean. Simplemente entra en la paz del silencio, calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, deja que la calma te invada, deja que el silencio te posea, en ese momento lo viejo desaparece y lo nuevo nace en ti.
Siéntate cómodamente, observa a tu alrededor, no juzgues, detente en tu afán, observa de nuevo, comprende que tu vida es un tesoro, deja tus preocupaciones a un lado. no hay necesidad de llevar un equipaje pasado, ya tu corazón tiene lo que necesitas en este viaje maravilloso que es tu vida.
Deja el temor y permite que el silencio te posea, solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz… (de Dios) dentro de ti llamándote a vivir plenamente, llamando para darte a conocer todos los misterios del universo y no solamente esto, también esa voz quiere darte a conocer el secreto de la vida eterna, pero cuidado, no creas en promesas, has que esta se convierta en tu única realidad. Solo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y sobre todo el estar vivo.

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