Internet: Realidad Virtual o Virtualidad Real

Internet: Realidad Virtual o Virtualidad Real
JJJJJJJJJJJJJJJJJ

lunes, 25 de enero de 2010

CIENCIA EL CHAT COMUNICACION....O......? PARTE 2

2. LA ‘ESTRECHEZ’ DE BANDA
Los ‘chats’ son considerados como comunicación de ‘narrow bandwidth’. Esto significa, literalmente, ancho de banda estrecho. Es decir, en jerga telecomunicacional, que se transmite poca información; que el canal de transferencia de ésta es ‘estrecho’. Esta expresión se refiere a que lo único que se transmite es texto, y no sonidos ni imágenes. Para transmitir una información que sólo consta de texto, no hace falta un ancho de banda demasiado potente. No obstante, enviar la información digital que corresponde a una imagen, a un sonido o, aún más, a una animación, requiere más amplitud de banda y más tiempo .
A este respecto, cabe precisar dos factores. En primer lugar, debe insistirse en que lo que se prima en los ‘chats’ es la velocidad, la instantaneidad de la transferencia y recepción de la información. En segundo lugar, es preciso tener en cuenta que los ‘chats’ (al menos en su versión para dos conexiones, es decir, para dos comunicantes) encuentran su génesis en la génesis misma de los ancestros de Internet , cuando las posibilidades tecnológicas tan sólo permitían transferencias simples de información. Quiere esto decir que durante decenios, sólo ha sido posible que existieran instrumentos para la comunicación de información instantánea del tipo textual. Cuando en 1988 se publicó el primer programa de IRC –del que hablaremos de forma más detallada más abajo- y se popularizó el uso de las redes informáticas para establecer conversaciones entre usuarios distantes, todo ello era posible tan sólo en modo textual. No obstante, antes de la publicación de IRC, ya funcionaban otros sistemas de telecomunicación por Internet. Lo que se quiere decir con todo esto es que durante años, se ha fraguado un modo textual de comunicación múltiple e instantánea. Se ha forjado un género.
El hecho de que el avance tecnológico haga posible, ya en la actualidad, que se transmitan cantidades de información enormemente mayores a las que eran posibles en los años setenta y ochenta ofrece nuevas posibilidades de comunicación que, a buen seguro, serán aún más exploradas y explotadas y darán sus frutos en un futuro próximo. Sin embargo, lo que nos resulta significativo, en el presente, es que una apabullante mayoría de las comunicaciones múltiples e instantáneas por Internet se realizan de un modo puramente textual, a través de un ancho de banda recucido. Que esto sea así puede ser explicado de varias maneras.
Por un lado, la tecnología de que dispone el usuario medio no permite, en los sofisticados ‘chats’ visuales que ya se encuentran en circulación, una respuesta tan rápida y vivaz. Por tanto, podemos afirmar que, a pesar de que estos nuevos ‘chats’ de ancho de banda amplio resultan visualmente más atractivos que los tradicionales ‘chats’ puramente textuales, su lentitud hace de ellos un producto que todavía no convence a los usuarios.
Bajo otro punto de vista, sin embargo, hay usuarios que manifiestan que el encanto de los ‘chats’ se encuentra precisamente en su ‘estrechez de banda,’ esto es, en su característica exclusividad textual. Por supuesto, los imparables progresos tecnológicos, hábilmente azuzados por los departamentos de márketing y de planificación de las grandes empresas de diseño de hardware y software, van a proporcionar, en un breve lapso de tiempo, nuevas aplicaciones y accesorios que permitirán complejos y eficaces ‘chats’ multimedia que funcionarán a una velocidad comparable a la de los actuales ‘chats’ textuales. No obstante, aún ante esta perspectiva, son muchos los usuarios que manifiestan que los ‘chats’ textuales seguirán funcionando, y que seguirán usándolos, puesto que les proporciona un formato comunicacional diferente, sugerente y eficaz. Dentro de su propio concepto de eficacia.
Una interpretación del primer tipo reduce la vigencia de los ‘chats’ textuales a una cuestión tecnológica. Desde luego, es una interpretación válida, a la que el tiempo y los usuarios darán gran parte de razón.
Por otro lado, un razonamiento como el que hemos descrito en segundo lugar nos habla de otro orden de prioridades que resultan más afines a aquéllas de las que hablan las ciencias sociales.
No es difícil prever que dentro de diez o quince años, será mayor el número de usuarios de ‘chats’ multimedia que el de ‘chats’ textuales. No obstante, queremos centrarnos en ese encanto del que nos hablan los usuarios. ¿Podemos hablar de un ethos comunicacional que encuentra su particularidad en el modo textual puro? ¿Podemos aventurarnos a considerar la existencia de una cultura de los ‘chats’ textuales? ¿Son, en realidad, los ‘chats’ textuales un fenómeno socio-cultural lo suficientemente relevante como para despertar el interés de las ciencias sociales en general y de la Antropología socio-cultural en particular? En las siguientes páginas intentaremos aducir los argumentos suficientes que nos lleven a considerar una respuesta afirmativa a estas cuestiones.

No hay comentarios: